
Oro, - símbolo del Rey
Incienso, - símbolo de Dios
El incienso es una resina olorosa que se quema en ceremonias religiosas. Es un producto oriundo de Oriente. Nosotros tenemos algo parecido el tabonuco, que usaban los indios de la Isla desde antes de la llegada de Colón, pero que nunca hemos relacionado con ceremonias religiosas.
El uso del incienso como símbolo de adoración a Dios o de respeto a cosas relacionadas con Dios, es una tradición muy antigua, anterior al Cristianismo. El incienso sigue usándose hoy en ceremonias religiosas de varias iglesias cristianas.
Lo usan en su liturgia, por ejemplo, la Iglesia Católica Romana, La Iglesia Ortodoxa Griega y la Iglesia Anglicana (inglesa).
El incienso fue otro regalo simbólico en el pesebre de Belén. Es como si al depositar a los pies del niño Jesús el cofrecito conteniendo incienso, el segundo sabio de Oriente hubiese dicho: "Te traigo incienso porque reconozco en Tí al que todos han de reconocer como a su Dios verdadero."
Mirra, - símbolo del hombre
La mirra es una sustancia perfumada que los antiguos tenían por un bálsamo precioso. Viene en forma de lágrimas y tiene un color rojizo. He aquí, pues, características que pueden convertir la mirra en un símbolo del hombre: el color rojo representaría la sangre, la forma de lágrima representaría el dolor. La mirra simbolizaría así la sangre y el dolor del hombre convirtiéndose en bálsamo para el género humano. ¿No fue Jesús, precisamente bálsamo para nosotros al sufrir la tortura de la Crucifixión?
La mirra constituye otro regalo simbólico en el pesebre de Belén. Es como si al depositar a los pies del niño Jesús el copón conteniendo mirra, el tercer sabio de Oriente hubiese dicho: "Te traigo mirra porque reconozco en Tí al Hijo del Hombre que ha de sufrir y derramar su sangre por salvar a la humanidad doliente".